martes, 7 de octubre de 2014

La energía, positivismo y buen rollo de Marwan en El Gran Café

02.07.14 El Gran Café, León.
Después de compartir preguntas, respuestas, vino y tapas en el Húmedo, es hora de adentrarnos en El Gran Café. Comienza lo que se intuye una nueva noche memorable en este gran local que nos acerca la música, haciéndola casi tangible con esa acústica impecable. 



Marwan se cuelga la guitarra y ‘Como decirte’ seguida de ‘Animales’ y ‘Mi columpio’ son los temas encargados de abrir el concierto. Las baladas entran despacio pero fuerte y el público (más concretamente el femenino) empieza el balanceo de sus cuerpos metiéndose de lleno en las melodías, viviendo cada letra, identificándose en cada frase. El ambiente gusta, el cantautor lo sabe, y decide seguir en esa tesitura. Pero antes improvisa un pequeño monólogo arrancando las carcajadas de los asistentes. Esto hace un paréntesis en la atmósfera de silencio y melancolía que vuelve a surgir con ‘Cosas pendientes’ y ‘Carita de tonto’.
Cambio de ritmo. Suenan ‘Palabra por palabra’, ‘Puede ser que la conozcas’ y antes de continuar vuelve a dirigirse al público. Comenta que en la película Monstruos S.A., los monstruos captan energía a partir de gritos de niños que les sacan a base de sustos, pero al final se dan cuenta de que hay más energía en las risas; y eso lo compara con el gobierno, que consigue la energía de los ciudadanos metiendo miedo en lugar de utilizar la positividad y la bondad de las que obtendrían más... Es el turno de ‘Necesito un país’. Escuchamos a Marwan rapear la parte correspondiente a Nach dejando claro que no solo de baladas va la cosa. ‘Ángeles’ y ‘Mi paracaídas’, dos de los temas más cargados de melodías, ritmos y sentimiento, hacen las delicias de los oyentes.

Llega el momento de pedir ayuda, y sube al escenario Diego Ojeda. Parecía que llevasen toda la vida cantando juntos, sus voces encajaron a la perfección en los estribillos de ‘Sueños sencillos’. Marwan deja el sitio caliente al recién llegado que, libro en mano, recita ‘Mi chica revolucionaria’, poema extraído de su último trabajo homónimo. El sincero aplauso del público hizo que cogiese la guitarra y nos regalase un par de temas cosecha propia. Vuelven los aplausos, vuelve el intercambio de artistas, pero queda en el aire la esperanza de que este gran músico vuelva pronto a visitarnos. 


‘Adolescente’ y ‘Canción de autoayuda’ dan paso a otro pequeño descanso musical. Y se hizo el silencio. Tocaba anunciar el final y esperar el “otra, otra” pero debido a las infraestructuras del local y la casi completa ocupación, Marwan se quedó en el escenario, cambió la guitarra por su nuevo libro-disco Apuntes sobre mi paso por el invierno y recitó. No creo que abriese el libro en una página cualquiera ya que de su boca salieron los versos que sabía que derretirían a las presentes. Su voz explicó el porqué un hombre elige quedarse con una mujer y si, derritió corazones, almas y mentes.
Vuelve la música con ‘Desde que duermes junto a mí’, la esperadísima ‘Las cosas que no pude responder’ y ‘Un día de estos’. El final no podía ser de otra manera. Muchas risas, cambios en los ritmos cardíacos, sonrisas de tristeza, más de una lágrima… Y es que este hombre pone todo su sentimiento en cada una de sus canciones y consigue trasmitirlo al público de una manera casi embrujada. 



Un llenó de sala en una noche brutal. Lo que en un principio iba a ser un concierto más de uno de los grandes nombres en el mundo de los cantautores, terminó siendo una fiesta de dos horas  de música, sentimiento, diversión cómplice, energía, positivismo y 'buen rollito'. 

Mélani Morán.
@mel_mc888


Todas las fotos aquí.

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